Don Trilita es una de las series de Martz Schmidt que se han prodigado menos en los tebeos de Bruguera, uno de esos personajes que tuvieron una vida breve y fueron olvidados después en las reediciones indiscriminadas de material. Su primera -y tal vez única- publicación se produce en la segunda época de Tio Vivo, a finales del año 1963, prolongándose durante unos meses más en el año siguiente. Apareció en el nº 147, correspondiente a diciembre (o tal vez en el número anterior, que no he podido consultar) en sustitución de otro personaje del mismo autor: Pepe K.O. El titular de la serie es este deportista de pacotilla, blandengue, protestón y pendenciero, que aprovecha su aspecto físico para intentar imponer su santa voluntad, objetivo que nunca logra, por supuesto.
La primera historieta visualizada, procedente del citado TV 147, se nos presenta sin añadidos, la siguiente, en TV 150, está patrocinada por Cola Cao, apareciendo el logo en la cabecera y en la última viñeta. La historieta de TV 151 no contiene la imagen de la marca.
Este hecho nos puede hacer reflexionar sobre la adecuación de la publicidad a los contenidos de las historietas o viceversa, al hilo de la duda planteada por Mortadelón en los comentarios a la entrada dedicada a Kitín. Mientras en aquel caso -y en otros como Uhu, Don Pedrito, Kinito o Pepsiman- parece que la creación de estas series obedece al condicionamiento de las distintas casas publicitarias de poner en viñetas sus mascotas respectivas. Con Colacao no sucede así, en los ejemplos que hemos podido ver en este blog, la relación publicitaria con chistes e historietas se limita a un simple patrocinio puntual de los mismos, como en el caso que nos ocupa. Vemos, además, que este se produce a posteriori, tras presentar la serie y quizá a tenor de su temática deportiva, aunque hemos visto historietas de la época (Trapisonda, Sheriff Chiquito) que en algún momento han sido patrocinadas por la marca. Queda por resolver la cuestión de si era la propia Bruguera la que proponía a Cola Cao estos patrocinios o era la casa la que decidía qué personajes irían precedidos por su imagen.
La primera historieta visualizada, procedente del citado TV 147, se nos presenta sin añadidos, la siguiente, en TV 150, está patrocinada por Cola Cao, apareciendo el logo en la cabecera y en la última viñeta. La historieta de TV 151 no contiene la imagen de la marca.
Este hecho nos puede hacer reflexionar sobre la adecuación de la publicidad a los contenidos de las historietas o viceversa, al hilo de la duda planteada por Mortadelón en los comentarios a la entrada dedicada a Kitín. Mientras en aquel caso -y en otros como Uhu, Don Pedrito, Kinito o Pepsiman- parece que la creación de estas series obedece al condicionamiento de las distintas casas publicitarias de poner en viñetas sus mascotas respectivas. Con Colacao no sucede así, en los ejemplos que hemos podido ver en este blog, la relación publicitaria con chistes e historietas se limita a un simple patrocinio puntual de los mismos, como en el caso que nos ocupa. Vemos, además, que este se produce a posteriori, tras presentar la serie y quizá a tenor de su temática deportiva, aunque hemos visto historietas de la época (Trapisonda, Sheriff Chiquito) que en algún momento han sido patrocinadas por la marca. Queda por resolver la cuestión de si era la propia Bruguera la que proponía a Cola Cao estos patrocinios o era la casa la que decidía qué personajes irían precedidos por su imagen.
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