Un testimonio
Julia Galán me enseñó, en mi visita a su casa de Barcelona en 2004, un tesoro incalculable, fruto de su paso por Bruguera. Entre otras cosas:
la maqueta de un posible “anuario” dedicado a Ibáñez, y que iba a contener material escasamente reeditado o poco conocido, en consonancia con el primer volumen “Aniversario” de SH grande (1993):
Felisa y Colás, La entrega restante de El escudero Bartolo, o ‘qué calor hace Manolo!, Selección de Increíble pero mentira, Kinito, páginas temáticas poco usuales, La historia esa, vista por Hollywood, Uhu y el niño Prudencio, la única página de Policarpo, un personaje aparecido en un Pulgarcito de mediados de los 60, y alguna sorpresa más que no recuerdo, gracias a un cuidado diseño de Julia y a los vaciados de material de Ibáñez realizados por Juan Ramis, que además de creador de recordados personajes de humor, es un consumado coleccionista de todo lo relacionado con Bruguera.
Lamentablemente, la relación de Julia con la editorial terminó, por motivos que no vienen al caso, y no llegó a consumar ese y otros proyectos. Dentro de Ediciones B, fue una editora preocupada por ofrecer a los lectores un producto cuidado y de calidad, aislada en medio de una redacción de empleados que no apreciaban como ella, por haber convivido con los dibujantes durante tanto tiempo en Bruguera, el tremendo respeto hacia los autores y su obra que nuestra amiga ha manifestado en toda ocasión.
Es probable que el volumen recopilado de
4 comentarios:
Este hecho que relatas... se me encoge el alma por lo que podría haber sido y no fue... Un sueño, todo ese material... Y admirado quedo por la señra Julia.
Saludos.
En los años treinta y cuarenta, la editorial Gato Negro editó unos cuadernicos denominados CHISTES BATURROS y CUENTOS BATURROS. Mamaban mucho de las clásicas historietas baturras del gran y olvidado Teodoro Gascón, pero con un aire, digamos más peyorativo. Chistes sobre mostrencos aragoneses realizados por catalanes anónimos para divertir a un publico burgués. Los nombres Felisa y Colás aparecen bastante en estas publicaciones. ¿Servirían de inspiración a Ibañez para estas historietas? La manera de hablar, los dialogos, como pronuncian las palabras...
No conocía el dato, Dionisio, gracias. Pues es posible, como también que el director (González) le diese instrucciones al respecto o incluso propusiera él mismo el título.
Lástima que no siguiera la cosa. Se ve que la viñeta que me cautivó, la del burro, iba a ser una constante de esta serie.
Resulta incluso tierna, la verdad.
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